lunes, 3 de mayo de 2010

¡Medio ambiente o muerte!

No me considero una persona supersticiosa, más bien al contrario: muchas son las veces que he pasado por debajo de una escalera, abierto un paraguas bajo techo, o he pronunciado Menem sin llevarme la mano a un testículo, simplemente para hacer rabiar al ignorante que llevo dentro. Es más, debo ser uno de los pocos o tantos boludos (no lo se) que ha pronunciado la palabra Candyman unas 5 veces frente al espejo para que este apareciese y clavase su garfio en mi espalda, y debo confesar que para mi suerte, nunca apareció, ni siquiera el “chupacabras” o el “lobisón garroteau” aparecieron.

Pero hay cosas que son muy importantes como para creer que es meramente superstición o ignorancia. Porque quiero pensar que, cuando los grandes idóneos del medio ambiente hacen referencias sobre hacer algo urgente para detener tanta polución, caso contrario, prontamente una gran parte de la población mundial perecerá; se lo debemos a lo que nosotros entendemos como superstición o ignorancia por parte de ese sector. Pregonando apocalipsis porque no tienen mejores cosas que hacer y entonces molestan nuestras placenteras vidas. Mas triste sería que seamos conciente de eso y sigamos viviendo nuestra cuenta regresiva como si nada.

¡Oh mis estimadísimos, he aquí el dilema madre: ¿somos alegres ignorantes, o tristes mortales, que todo nos interesa demasiado?!

Esto no es nuevo, para nada nuevo: existen muchas personas que han escrito hace décadas lo que hoy está sucediendo, sin embargo vamos al cine a ver “el día después de mañana” como algo totalmente ficticio y poco probable. Soy un convencido de que la realidad supera enormemente a la ficción. ¿Acaso se imagino alguien en 1940 de lo que se trataría el holocausto?, ¿o que un grupo de personas accidentadas y perdidas en la cordillera andina sobreviviría en tan extrema situación unos casi 80 días, alimentándose de cuerpos humanos? o ¿un 11 de Septiembre? (más allá de la siniestra neblina que envuelve este tema).

Esto ha comenzado, quizá el calendario Maya tenga razón. Porque exceptuando la Biblia y sus apocalípticas predicciones, nadie habla que el fin de los tiempos va a suceder de un momento para otro, no. Esto va a suceder como ya está sucediendo, paulatinamente: tsunami en New Orleans, terremoto en Haití, alud en Perú, terremoto mutando a tsunami en chile, aumento del calentamiento global, nevadas nunca antes registradas en Europa, inviernos más cortos y veranos más largos, derretimientos de grandes masas de hielo y por ende aumento del nivel del mar y otras cantidades de catástrofes en Asia, África y Oceanía.

Ahora bien, los mayores responsables de cuanta profanación ecológica exista, obviamente son los países más industrializados o ricos, aunque esto no libra de culpa y cargo a los medianamente industrializados o pobres, en los que la corrupción, antesala de la contaminación permite operar a empresas con métodos baratos, obsoletos y altamente nocivos para el planeta. Pero sí son los países más ricos, los únicos capaces de revertir el problema ambiental, ya que son estos y solamente estos los miembros honorarios de la ONU, 8 países que tienen la fuerza, el dinero, los contactos y el conocimiento para emprender un nuevo sistema que fomente el verde. Pero lamentablemente son estos 8 países los que más contaminan y que omiten reconocer que las catástrofes que hoy tienen lugar se deba a la contaminación por ellos emitida, ya que no hay nada que pruebe que estos mismos hechos no sucederían si estas industrias no existiesen, y aunque parezca mentira, este es el paupérrimo argumento que alegan y lo peor de todo, que les resulta eficiente porque total son ellos la autoridad. Por más que 182 del total de 190 países que integran la Organización Mundial De Naciones Unidas promuevan que se debe bajar la cuota de polución de cada país y exista uno de los 8 miembros honorarios que vote por un “no”, pues entonces ese voto es suficiente para vetar la decisión de los 182 restantes. Así de democrático. Es por esto que digo que son ellos y solamente ellos los capaces de revertir tal situación, pero lamentablemente poco y nada les interesa.

Si bien el cambio del clima en la historia del planeta se ha ido dando de forma completamente natural y por lo tanto esperada. El problema es lo intensificado y acelerado que ha sido en estas ultimas 4 décadas, creando ríos e inundaciones donde antes no existían y sequías donde nunca las hubo, llevando a que todos los seres vivos que habitamos el planeta no estemos preparados ni adaptados para un cambio tan brusco e inesperado que no hace otra cosa que cobrarse vulnerables vidas.

Cuando se reunieron en Copenhague, en Diciembre pasado, todos los países interesados en disminuir la cuota de residuo toxico, como era de esperar, las naciones más agresivas no se encontraban presentes aunque sí estaban de acuerdo en una reducción de efusión. Pero lo que no se sabe o quizá sí, pero por lo bajo, es que países como Alemania o EE.UU. tienen tasas que superan tranquilamente lo máximo permitido, entonces acuden a aquellos países poco industrializados (por lo general, africanos) que no alcanzan a cubrir su cuota y les compran ese excedente para que de esta manera los primeros puedan sobrepasar legalmente ese limite y como son ellos la autoridad, pues entonces todos conocemos el final. Un ejemplo de esto, es General Electric, una de las industrias norteamericanas que más contaminan y paradójicamente es el mayor fabricante de tecnología especializada en mediciones de distintos tipos de polución.

Es un hecho que el mundo está enfermo, hay quienes aseguran que aunque fuese hoy mismo que dejemos de emitir gases, igualmente tendríamos que sufrir las consecuencias por todo aquello que se contaminó en el reciente pasado. Así que si tenías planes a largo plazo, vas a tener que reformulártelos.

Una vez escribí en esta misma columna (si se me permite llamar así a esto) acerca de qué tipo de educación sería la mas concerniente si existiese la posibilidad de una reforma educacional; y reafirmo que una educación que tenga como premisa fundamental el cuidado de la naturaleza, sería la base de todo, la herencia más importante que todo padre deje a su hijo, porque sin ésta, no habrá lugar para otra. Pero por sobre todo, porque son las personas más “educadas” las que mas daño ocasionan. ¿Acaso no son ingenieros, los que abusan del monocultivo como: soja, pinos, caña de azúcar, etc. (obviamente existen contados casos que no se dedican a esto, sino mas bien a todo lo contrario) y de pesticidas a base de petróleo; o ingenieros químicos, los fabricantes de materiales a base de carbono? Y por sobre todo ¿no son los políticos, sumamente educados, los que permiten la explotación minera a cielo abierto?

No quiero pecar de pesimismo, pero si se me pregunta, si veo un cambio favorable del medioambiente a corto plazo; respondería que no: ni en corto, ni mediano, ni largo plazo. ¿Por qué?, simple: ir contra la contaminación, significa ir contra la industrialización, ir contra ésta, es ir contra la esencia misma del capitalismo, y he aquí la contradicción de un capitalismo hipócritamente preocupado por el medioambiente.

Porque sin industria no habría consumo y sin consumo EE.UU. sería Haití o Zambia. Por lo tanto creo que hay dos opciones: sentarnos a tomar mate hasta que finalmente la Tierra decida venir por nosotros o hacer algo para que las grandes multinacionales, ansiosas de un derretimiento de hielos para poder comenzar sus expediciones petroleras, reduzcan de una buena vez su cuotas de contaminación, para que se derrumben y así poder remendar tantas décadas de polución. No quiero ser dramático, pero es un hecho que la codicia ha llevado a que por cada árbol que se plante, se talen 100, y el consumo de energía autosustentable no es tan redituable como General Motor pretende.

Hace unos días Evo Morales comenzó, lo que creo, una de las más grandes movidas por el medio ambiente por el sólo hecho de tratarse de un presidente el que dé la iniciativa. El Indio habló en un idioma eco-romántico para los amantes de la naturaleza, habló de plantar 10 millones de árboles (uno por cada boliviano), habló de que, sí aumenta la temperatura del planeta en 2 grados centígrados, como se planteó en Copenhague, habrá una reducción de alimentos de un 40% llevando a una inevitable hambruna. Entre un 20 y 30% de especies animales y vegetales podría desaparecer. Se agudizará el derretimiento de los polos y por ende muchas islas desaparecerán bajo las aguas del océano.

También se refirió a los países desarrollados que representan sólo el 20% de la población mundial, estos han generado aproximadamente el 80% de las emisiones acumuladas de gases de efecto invernadero en la atmósfera, y en lugar de reducir el 5% establecido, lo incrementaron en un 11% entre 1997 y 2007.

Habló de las consecuencias de comer productos transgénicos y lo saludable que aun siguen siendo los olvidados alimentos orgánicos.

Siguió diciendo qué para el mundo occidental: el hombre está por sobre la madre tierra y que debe dominarla y someterla, mientas para el mundo indígena: el hombre y la mujer son parte de ella, de ella venimos y a ella vamos cuando morimos, por eso no se puede vender la tierra. Habló de que cada día son más los refugiados (sin hogar) producto de catástrofes climáticas.

Pero lamentablemente la noticia que los medios decidieron difundir acerca de este tema, rezaba que Evo aducía la homosexualidad, a la alimentación con pollos transgénicos. Esto da nota clara de que la ignorancia de algunos es la que aún predomina, y también el inevitable hecho que, de alguna u otra forma, se están beneficiando con el calentamiento global y por ende optan dejar en ridículo al único (que no es casualidad que sea indio, como él se jacta) que decidió comenzar una cruzada, sin empresas ni organismos internacionales que lo patrocinen (o más bien lo controlen), por un planeta que sangra y agoniza y que el dinero no permite remendar.

Mayúscula silueta de tierra húmeda y productiva que el egoísmo no deja compartir equitativamente.

Transeúntes, porque eso es lo que somos, estamos sólo de paso y es tan efímero nuestro paso en comparación a tu tiempo universal, pero sin embargo nos las supimos ingeniar para dañarte y vos mejor que nadie sabrás cuanto más falta aún.

Riera Facundo.

5 comentarios:

  1. La Tierra se esta quitando de encima su peor enemigo, y justas razones tiene.

    No vi la conferencia del Indio, y en la "tele" aparecía un simpático Indígena ignorante hablando locuras.

    Gracias Facundo,

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  2. chabon vos estas un toque limado!!!al fin tomaste esta iniciativa migue...sos un gran de! abrazo a los lectores de este gran blog!

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  3. Para ilustrar un poco el artículo, quería agregar una cita del libro "Patas para arriba" de Eduardo Galeano: "Si se comparan los promedios del norte y del sur, cada habitante del norte consume diez veces más energía, diecinueve veces más aluminio, catorce veces más papel y trece veces más hierro y acero. Cada norteamericano echa al aire, en promedio, veintidós veces más carbono que un hindú y trece más que un brasileño."
    Lo que creo que nos nos deja exentos a nosotros "los del sur" porque, en buena medida, somos nosotros los que les permitimos que instalen sus industrias acá para que luego se lleven la producción para allá, y nos dejen los restos a nosotros.

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  4. Ing Agr Agustin Altuna4 de mayo de 2010, 18:36

    Estamos del mismo lado querido.Me encantaria que de una vez dejemos de pensar y actuemos.
    Basta de producir cultivos industriales. produzcamos alimentos.Basta de cultivar en detrimento de la naturaleza, cultivemos junto a ella. Basta de las talas, reforestemos. Basta de consumir.
    REVOLUCION AGRARIA!

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  5. Vieja esta muy bueno lo que escribiste, creo que uno de los puntos fundamentales es un problema de valores, hasta que no empecemos todos a valorar lo que realmente vale esto no va a cambiar...
    abrazo y cuida las piernas

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